Tú que siempre estás ahí, te has ido. me has abandonado.
Tú que estabas ahí ayer, hoy ya no estás.
Yo que te hablaba, ¿a quién le hablo ahora?
¿A quién le contaré mis penas, mis pensamientos?
Me has dejado ángel de la guarda (y eso que compré un amuleto),
caminos de oscuridad me acechan tras las puertas, tras las ventanas, tras las miradas.
Te odio, y a la vez me odio proque formas parte de mi.
Si yo caigo en la oscuridad tú también caerás.
En tu conciencia quedará la semila de mi soledad.
Te quiero.
Yo.